Las primeras insurrecciones precursoras de la revolución, inician a partir de 1906. El 1º de junio en la minera de cobre “Cananea Consolidated Copper Company”, ubicada en Cananea, Sonora; y cuyos propietarios norteamericanos pagaban salarios paupérrimos a los obreros mexicanos. Los trabajadores, asesorados por el Partido Liberal Mexicano inician la huelga en demanda de mejores salarios y son los estadounidenses quienes inician la represión, militares de ese país incursionan en el territorio nacional para atacar y aplacar la insurrección, el apoyo y protección del gobierno porfirista hacia la transnacional provoca que se escuchen consignas en contra del réfimen de Porfirio Díaz Mori. El 26 de septiembre, magonistas toman la municipalidad de Jiménez, Coahuila. El 30 de ese mismo mes, sureños liberales intentan tomar la ciudad de Acayucan, Veracruz.
En enero de 1907, inicia también la huelga textil en la fábrica de tejidos en Río Blanco, Ver., en donde el gobierno de Díaz respalda, sin pudor alguno, a los patrones. El año 1908 es significativo, las poblaciones de Viesca y Las Vacas en el estado de Coahuila, son atacadas también por magonistas, así como el pueblo Las Palomas, Chihuahua. El régimen aniquiló el llamado a la lucha armada, proclamada por la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano –sin reconocimiento oficial- que desde los Estados Unidos hicieran Ricardo Flores Magón, Juan Sarabia y Librado Rivera, Camilo Arriaga y Antonio Días Soto Y Gama.
El gobierno permitió que empresas transnacionales, así como particulares extranjeros y locales se adueñaran de grandes superficies de tierras comunales, desalojando a los campesinos que las trabajaban. En los límites de Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Chiapas, se instalaron las empresas Mexican Eagle Oil Co. “El Aguila”; Mexican Land and Co., Veracruz Land cattle Co., y J.E. Henry and Sons Co. Entre los terratenientes y familias poderosas se encontraban Felipe S. Martell, Fulton Embry, los hermanos Limantour, Manuel Romero Rubio, Los Cházaro y Leonardo F. Fortuño.
En el cantón de Acayucan se encontraban las haciendas "Corral Nuevo", propiedad de José A. Cházaro con una superficie de más de 80.000 Has., Cuautotolapan, propiedad de The Miller Plantatión con más de 15.000 Has., “Buena Vista”, propiedad de Chicago Tide and Trist Co. (1000 Has); “El Blanco”, de Juan E. Franyutty poseedor de más de 10.000 Has., y Nopalapan, de Otilio Franyutty, haciendas en las que se sembraban grandes superficies de algodón, caña, café, árboles para la extracción del hule y la comercialización de maderas preciosas. En el cantón de Minatitlán y el Istmo de Tehuantepec. Manuel Romero Rubio, secretario de gobernación y suegro de Porfirio Díaz poseía más de 120.000 hectáreas y la Mexican Eagle Co., aproximadamente 20.000 has.
Cándido Donato Padua, Hilario Calixto Gutiérrez Caamaño, Juan Rodríguez Clara, José Ma. Leyva, Miguel Iglesias, Arcadio Patraca, Genaro Sulvarán, Enrique Novoa, Albino R. Valencia, entre otros, se encontraban ya en rebeldía en los cantones de Minatitán y Acayucan, organizando a los campesinos que eran explotados en las haciendas y las compañías petroleras recién instaladas en la región. El rico constructor inglés Weetman D. Pearson, adquirió al gobierno federal cientos de miles de hectáreas en el Istmo de Tehuantepec, Coatzacoalcos y Minatitlán, lugares en donde construiría refinerías denominadas “El Águila”, desalojando a miles de campesinos que ocupaban tierras comunales. Sin duda, estos despojos fueron el caldo de cultivo para la rebelión. Esta región sureña fue tierra fértil para el movimiento Magonista, Hilario C. Salas llega a la región después de ser nombrado delegado general por el Partido Liberal en 1905, logrando convencer y organizar a los rebeldes de los cantones de Acayucan y Minatitlán para derrocar al régimen porfirista.
Hilario C. Salas recorrió varios estados promoviendo el ideario magonista es asesinado en 1914. Hilario C. Gutiérrez es detenido por el ejercito porfirista en octubre de 1906 y confinado en la “Fortaleza de San Juan de Ulúa” por el delito de “rebelión contra los poderes federales”, en donde permaneció hasta junio de 1911 cuando Francisco León de la Barra, entonces presidente provisional le concede la amnistía. También en “San Juan de Ulúa" estuvieron detenidos los guerrilleros Juan Rodríguez Clara, Genaro Sulvarán, Juan Sarabia, Cecilio Morozini, Román Marín, Donaciano Pérez, Natalio Trujillo, Cipriano Medina, Luciano y Carlos Rosaldo, entre otros rebeldes de Acayucan y Puerto México. Hilario C. Gutiérrez se incorpora al ejército constitucionalista con el grado militar de capitán 1º de caballería, en 1915 participa en la batallas de Celaya al mando del general Álvaro Obregón. Ricardo Flores Magón muere asesinado en una prisión de Kansas, E.U., en donde se encontraba detenido, junto a Librado Rivera.
A pesar de que la insurrección de los comuneros, organizados por la logística guerrillera del Partido Liberal Mexicano fracasó, se considera a esta ciudad de Acayucan, junto a Cananea, Rio Blanco, Jiménez, Viesca y las Palomas, CUNA DE LA REVOLUCIÓN.
Oficialmente la Revolución Mexicana inicia el 20 de noviembre de 1910, cuando Francisco I. Madero González lanza el plan de "San Luis”, convocando al pueblo a tomar las armas. Madero se encontraba exiliado en los Estados Unidos de Norteamérica, después de estar en prisión, había sido encarcelado por el porfiriato para anular su candidatura presidencial. El “Sufragio efectivo. No reelección” despertó la conciencia de los ciudadanos, quienes cansados y agraviados por la dictadura, esperaban el momento indicado para iniciar la gesta. El guerrillero suriano Emiliano Zapata Salazar lideraba ya a los campesinos que integraban el ejército libertador del Sur y José Doroteo Arango Arámbula “Francisco Villa” atacaba comandando la división del Norte.
Durante los enfrentamientos revolucionarios, los grupos políticos de los cantones de la región de Acayucan y Minatitlán se encontraban enfrascados en problemas locales que tenían que ver con asuntos de tierras, los dirigentes campesinos se enfrentaban a los jefes políticos y a los terratenientes quienes constituyeron a los grupos paramilitares denominados Guardias Blancas. Miguel Alemán González se identificó con el carrancismo y con las fuerzas obregonistas, estuvo al mando de varias jefaturas militares del país. Hilario C. Gutiérrez, Rodríguez Clara, Donaciano Pérez y Genaro Sulvarán se encontraban detenidos en San Juan de Ulúa.
Santana Rodríguez Pérez “Santanón”, nativo de San Juan Evangelista, Ver; continuaba organizando la guerrilla, operando en Acayucan y Soteapan, por lo que Teodoro A Dehesa, entonces gobernador del estado informa, a través de un telegrama fechado el 10 de junio de 1910 al presidente Díaz del descontento social que existe en la región. Porfirio Díaz envía refuerzos militares. El 15 de junio, Julio S. Novoa, quien había sido diputado por el estado de Yucatán y en su calidad de jefe político del cantón de Minatitlán secunda la petición de solicitar refuerzos al gobierno federal –telegrama de fecha 15 de junio-. Meses antes, Don Porfirio pedía explicaciones –telegrama del 28 de marzo- a Dehesa sobre Ángel Andonegui, jefe militar en el cantón de Acayucan y que había renunciado a la jefatura, presionado por los hacendados, y es que Andonegui al parecer simpatizaba con los rebeldes, según le había informado Isidro A. Montero, rico terrateniente de Acayucan –telegrama de fecha 23 de marzo-. Dehesa nombra jefe político a Francisco B. Pavón. El 18 de octubre, Montero informa a Díaz que Santana Rodríguez había sido derrotado en la sierra de Soteapan –telegrama No. 4020 de esa fecha-.
En la capital del país, Francisco I. Madero, apoyado por Emiliano Zapata “El caudillo del Sur” y Francisco Villa, jefe de la división del Norte, obligan a Porfirio Díaz a dejar el poder. Madero es electo presidente el 6 de noviembre de 1911, inicia su período presidencial desoyendo a sus colaboradores más cercanos de deshacerse de los militares ligados al porfirismo. Alejado de los caudillos revolucionarios, nombra jefe militar de su gabinete a José Victoriano Huerta Márquez y éste, quien reorganiza a los generales mas poderosos para conspirar para derrocar a Madero, logrando su renuncia el 19 de febrero de 1913. Madero y José María Pino Suárez, vicepresidente de la República son asesinados el 22 de ese mes por órdenes de Huerta.
Asesinado Madero, es presidente provisional Pedro Lascuráin Paredes, quien solo dura en el cargo cuarenta y cinco minutos, Victoriano Huerta arrebata el poder y renuncia en 1914 al triunfo de los constitucionalistas –Madero, Villa y Carranza-. Francisco Carbajal Gual es presidente interino, pero resulta desconocido por la convención revolucionaria, en donde se impone como presidente a Eulalio Gutiérrez Ortiz, Venustiano Carranza Garza, primer jefe del ejército constitucionalista lo desconoce y asume el interinato el villista Roque González Garza, quien renuncia a los seis meses de asumir la presidencia, siendo reemplazado por el tlacotalpeño Francisco Lagos Cházaro, quien había sido síndico de la ciudad de Córdoba y gobernador de Veracruz -ocupaba este último cargo cuando asesinan a Madero-. Carranza toma el mando del país en 1916 cuando llama a elecciones para elegir a los diputados que habrían de reformar la Constitución de 1917 en el estado de Querétaro, asumiendo plenamente el poder en ese año.
El diputado constituyente por el 19º distrito electoral Puerto México-Acayucan es Fernando A. Pereyra Sarlat y su suplente Antonio Ortiz Ríos. La Revolución concluye en 1917, precisamente con la promulgación de la Constitución de Querétaro. Para muchos mexicanos, la Revolución no ha concluido, pues los líderes nunca vieron cumplidos sus sueños de la equitativa repartición de la riqueza, éstos fueron asesinados por los hábiles políticos que se adueñaron del poder. Emiliano Zapata nunca se retiró de la lucha armada, seguía inconforme demandando el reparto de tierras y la desaparición de las haciendas ocupadas por los terratenientes; Carranza y Álvaro Obregón Salido –ministro de guerra y marina- se valieron de los oficios del general Jesús Guajardo para asesinarlo en 1919. En 1920, Carranza pretendió imponer como su sucesor a su embajador de México en Washington Ignacio Bonillas Fraijo, quien había sido ya diputado federal y secretario de comunicaciones. Obregón y Felipe Adolfo de la Huerta Marcor desconocen a Carranza -plan de "Agua Prieta"- y es asesinado el 22 de Mayo de ese mismo año. Por su parte, Villa, quien se encontraba retirado en su hacienda de Canutillo, Durango pretendía levantarse en contra de Obregón y Huerta pero se encontraba ya sin armas y sin su ejército, es asesinado el 20 de julio de 1923.
La lucha por la repartición de las grandes superficies de tierras comunales ocupadas por las haciendas y de las injusticias que sufrían los peones que laboraban en las transnacionales petroleras fue representada por los agraristas que se aliaron a los comunistas. En el Sur de Veracruz, la lucha por la repartición de la tierra fue representada por Hipólito Landero, Benigno Mendoza Ventura, Manuel Bibiano Pogán, Raymundo Maldonado, José Santos, Guillermo Romero Domínguez, Aniceto Culebro Hipólito, Francisco Espronceda, entre otros. El Partido Comunista Mexicano proclamó esa causa. Líderes comunistas y agraristas fueron asesinados por un nuevo régimen régimen que declaró concluida la lucha revolucionaria.
Los que lucharon y murieron serán recordados con discursos patrióticos, pero muchos mexicanos seguimos inconformes con el actual régimen político que sigue conservando intactos, los compromisos e intereses que motivaron la rebelión en 1906, un régimen que continúa fomentando los monopolios en manos de la burguesía, de unos cuantos. La riqueza petrolera ha servido para enriquecer a los funcionarios de los gobiernos en turno, los sindicatos de trabajadores fueron manipulados y cooptados para mantener en el poder a una clase política, la que se benefició con el movimiento revolucionario, lejos de representar y defender a los trabajadores y exigir la justa repartición de la riqueza. La extracción del oro nacional está hoy, en manos de compañías extranjeras. Los medios de comunicación masivos –excepto unos pocos- están diseñados para desinformar y no para cumplir el papel de la información veraz. El sistema educativo está en manos de líderes y sindicatos facciosos que impiden la concientización y la educación. Los campesinos son presa de Partidos políticos en donde predominan los clanes familiares y los intereses de grupos, además de programas gubernamentales paternalistas, los obreros del país no tienen más opción que aglutinarse en sindicatos con dirigencias rancias y hereditarias, subordinadas a una corrupta y hambrienta élite patronal.
¿Debemos celebrar el centenario de la Revolución?
1914. Villa y Zapata en palacio nacional.
1931. Congreso de la "Liga regional campesina", interior del palacio municipal.
1929. Hipólito Landero Sánchez y Manuel Bibiano Pogán al frente de los agraristas de Acayucan que combatieron la asonada militar encabezada por el "escobarista" Gral. Jesús M. Aguirre, jefe de operaciones militares de Veracruz.
2 comentarios:
TE FELICITO, PORQUE HAY QUIENES HAN ESCRITO MUCHO SOBRE LA HISTORIA DE ACAYUCAN, PERO NO SE LES HA DADO EL HONOR A QUIENES MURIERON Y LUCHARON PORQUE LAS TIERRAS FUERAN ENTREGADOS A LOS LEGÍTIMOS CAMPESINOS,
HACE FALTA ESCRIBIR MAS SOBRE LOS AGRARISTAS, QUE MENCIONAS. LOS CAMPESINOS DE ACAYUCAN Y SUS DOCE ANEXOS GOZAN DE TIERRAS, PERO POCOS SABEN COMO SE LOGRO. SALUDOS GUILLERMO REYES ESPRONCEDA, MI CORREO. grespronceda@yahoo.com.mx
SOY ORIGINARIO DE ACAYUCAN, MI BISABUELA ERA PASCUALA RAMÌREZ,(QUE ME CRÌO HASTA SU MUERTE CUANDO YO TENÌA
DOCE AÑOS) DETENIDA POR DAR APOYO EN COMIDA, DINERO Y SER QUIEN ENLAZABA CON LOS CIVILES A LOS REVOLUCIONARIOS ACAYUQUEÑOS. FUE TRASLADADA A PUERTO MÈXICO Y LIBERADA POR NO HABERLE PODIDO ARRANCARLE UNA CONFESIÒN DE SU PARTICIPACIÒN EN APOYO A LOS "ROBAVACAS". SU YERNO (MI ABUELO) DON ARTURO CASTILLO ERA UN CONOCIDO EXITOSO COMERCIANTE QUE APOYÒ A LA REVOLUCIÒN Y MURIÒ EN LA POBREZA, AL IGUAL QUE SU ESPOSA (MI ABUELA), CON LA QUE ME CRIE, DOÑA AURELIA MOLINA, CONOCIDA CON CARIÑO COMO "LA NEGRA"
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